miércoles, 30 de noviembre de 2011

Vivir a pleno

A pesar de no haber contado con su máxima figura, debido al desgarro que sufrió Leonardo Romero, Los Andes derrotó por 3 a 1 a Barracas Central con goles de José Luis Gómez en dos oportunidades y Damián Luna. Para “El Camionero” había descontado Jorge González.

Apenas comenzado el encuentro se notaba una cierta inquietud en su técnico Raúl Cascini. Principalmente en los primeros veinticinco minutos en los cuales su equipo no podía hacerse con la pelota y hacer el juego que prende. Las primeras indicaciones fueron para su línea de volantes las cuales no ejercían demasiada presión frente al contrario.

 La primera alegría llego después de un reclamo efusivo al árbitro por no cobrar una falta en mitad de cancha. A partir de esa jugada llego un desborde  de Maximiliano Castano y el posterior cabezazo del “Pitu”. Como siempre, “Mosquito” se abrazó con su colaborador Marcelo Delgado y rápidamente volvió a dar indicaciones.

En los inicios de la segunda parte se lo vio muy tranquilo. Daba pocas indicaciones, principalmente a los centrales ya que se los notaba distraídos. En lo único que no se lo vio muy calmo fue con la actuación del árbitro.  

En uno de los peores momentos de su equipo y en los que mayor atención pedía a su equipo, nuevamente “Pitu” convirtió. Esta vez con un tiro libre que se metió en un ángulo. Una vez más se abrazó con “El Chelo” y comenzó a pedir tranquilidad.

Dicha tranquilidad en su equipo nunca llego, ya que González descontó y los fantasmas del empate de algunas fechas atrás frente a Temperley rondaron el Eduardo Gallardón. Cascini no tardó y rápidamente mandó a Sebastián Luna a la cancha.

El ex San Lorenzo al rato de haber ingresado cerro el pleito y marco el 3 a 1 para deleite de los seguidores del equipo de Lomas De Zamora. Antes del abrazo con su ayudante, “El Mosquito” lo señalaba como atribuyéndole la idea del cambio.


Los últimos minutos de partido los vivió con mucha tranquilidad y se dedicó a exigirles a sus jugadores que toquen la pelota. Con el sonido del pitido final rápidamente salió a darle las gracias a cada uno de los jugadores y arengarlos con el grito de  “Vieron que se puede”.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Fabio, el vendedor reconocido

Muy particular es la historia de Fabio, un hombre de 32 años nacido en Lomas de Zamora, quien sábado por medio va a disfrutar de su pasatiempo. Porque lo que hace no lo considera un trabajo ya que disfruta de una actividad mientras se gana algunos pesos.

Fabio es vendedor en el estadio Eduardo Gallardon, estadio del Club Atletico Los Andes. Comenzó con esta actividad debido a que no tenía el dinero suficiente para pagarse una entrada. Un amigo suyo, mediante un conocido logró conseguirle el puesto y desde hace 15 años no falta a un partido.

Lo primero que hizo al ingresar al club fue plantear en el buffet varias ideas de ventas para lograr más éxitos, como además de comidas, organizar rifas con premios interesantes como camisetas y pelotas autografiadas por jugadores.

 Su idea tuvo bastante éxito y además de verlo con su bandeja llena de golosinas y sándwiches de miga, sumado a los helados y bebidas frias en verano, se lo veía con un talonario el cual casi siempre vendia todo.

Fabio no sólo se encarga de esto, sino que no se pierde un solo detalle del partido y es un enemigo del referí, ya que no deja de insultarlo en cada jugada en la que piensa que se equivocó.

Hoy disfruta mas que nunca este “Pasatiempo” por el presente del equipo y es uno de los personajes más queridos en el estadio, tanto por sus ventas como por su personalidad.

Los Andes agravó la situacion de Barracas Central

La gran inquietud del pueblo de Lomas De Zamora era grande. Su goleador, Leonardo Romero, esta con un desgarro y se perderá las próximas 3 fechas. El nivel que tuvo el delantero en el torneo fue superlativo. Marcó 12 goles de los 23 del equipo. Sin embargo el equipo demostró no ser muy dependiente del ex Acassuso y venció por 3 a 1 a Barracas Central.

El encuentro comenzó con una superioridad del visitante quien tenía en Pastor y en Orsi, los dos jugadores más desequilibrantes del partido. Los dirigidos por Cascini sólo optaban por la astucia que demostraba Maximiliano Castano y la dupla de volantes centrales Gandarillas- Francés, quienes se encargaban de quitar y distribuir el juego.

Era un partido muy chato. La primera jugada de peligro fue a los 25 minutos con un disparo alto de Cano. Cuando parecía que la etapa iba a finalizar igualada, Castano desbordo y lanzó un centro, que fue conectado por un desaparecido “Pitu” Gómez, quien puso en ventaja a los de Lomas de Zamora. El resultado no se modificó hasta después del descanso.

La segunda parte del encuentro comenzó nuevamente con dominio de los dirigidos por Kopriva  y se veía venir el empate, pero nuevamente el delantero local frotó la lámpara y clavo un tiro libre al ángulo del arquero marcando el 2 a 0.

El resultado parecía establecido, pero González se encargó de ponerle un poco de suspenso a la situación y con un cabezazo marco el 2 a 1. En el Gallardón sobrevolaron los fantasmas del empate frente a Temperley en un encuentro muy similar, pero sobre la hora, Damián Luna en un gran contragolpe eludió a dos jugadores y al arquero para definir y convertir el 3 a 1.

Los de Lomas de Zamora demostraron no depender de un solo jugador y además de sumar su tercera victoria consecutiva se acercaron a la pelea por el torneo y la próxima fecha se enfrentará a Brown de Adrogué, puntero del torneo que se ubica a 4 unidades. Por otro lado Barracas Central buscará volver a la victoria, resultado que no consigue desde hace 8 partidos, frente a Acassuso.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Nacidos en la Metro: Para Peratta nunca es tarde

Rara por donde se la mire es la historia de Sebastián Peratta. Este arquero, hijo de Norberto, otro portero que jugó en Vélez Sarsfield en la década del 70, no practico  fútbol desde pequeño debido a que su padre no quería que se dedique a este deporte. Poca atención presto “El Flaco” a esa imposición de su padre  y se fue a probar a Sportivo Italiano y a Platense, pero sin suerte. En ninguno de los dos equipos le vieron condiciones para que forme parte de las divisiones inferiores.

Ya dado por vencido en el mundo del futbol, comenzó a estudiar la carrera de Recursos Humanos en la Universidad de Morón, donde también trabajaba como preceptor, sacaba fotocopias y cobraba cuotas. Estaba cursando el segundo año y tenía 22 años, cuando la vida le dio una sorpresa que no esperaba. En un partido amistoso entre el equipo de la facultad y la tercera de Deportivo Morón, Luis Gambino, dirigente del “Gallito” le ofreció ir a probarse al equipo.

En dicha prueba sucedió algo demasiado raro. “Fui a la práctica y a los 15 minutos el Ruso Zielinski me sacó. Imagínate, Salí re caliente pero después me llamo y me dijo que si aceptaba las condiciones del club me quedaba”. Obvio que estas  condiciones no eran las mejores. No había dinero para pagarle un sueldo y la propuesta fue netamente deportiva. “El Flaco” ni dudo y firmó el contrato y los trece recibos de sueldo sin recibir nada a cambio.

El debut del arquero se produjo el 30 de octubre de 1999 frente a El Porvenir por la expulsión de Manuel Arrabal. “El Gallo” perdió 3 a 1, pero al “Flaco” no le convirtieron goles. A partir de ahí, el arco del equipo del oeste fue de él.

Pero no todo fue color de rosas. Después de dos años comenzó a cobrar 700 pesos mensuales y esto lo llevaba a tener que trabajar y provocarle un desgaste mayor. “No quería jugar más. Entrenaba a la mañana y a la tarde hacia de todo colocaba alfombras, empapelaba, pintaba. Llegó un momento que no quería saber nada. Me iba bien futbolísticamente, pero no ganaba un mango y me debían seis meses”.

El arquero no bajó los brazos y continúo con su carrera. No sólo había logrado reconocimiento por sus buenas actuaciones sino que además comenzó a patear tiros libres. “Me había ido bien en lo deportivo, pero no lograba dar el salto por ser sobrio. Y empecé a patear por necesidad. Con lo que atajaba no me alcanzaba para saltar a otra categoría. Entonces, perfeccioné el tiro, pateé tres o cuatro y en uno de esos le metí el gol a Talleres de Remedios de Escalada”. A partir de ahí logró un reconocimiento más importante y logró dar el salto y ser contratado por Vélez Sarsfield.

Hace poco fue consultado por su retiro. Le faltan algunos años, pero no dudo en decir el lugar en donde lo hará: “Me gustaría terminar en Morón. El club me sacó de la nada, no había hecho las inferiores siquiera, y me dio la oportunidad de atajar. Sería lindo terminar ahí, creo que reconocería al club por la posibilidad que me dio”.
Los hinchas del “Gallo” lo esperan con los brazos abiertos.

Su Carrera: Deportivo Morón (1998-2003); Vélez Sarsfield (2003-2008) y Newell´s Old Boys (2008-al presente).

Títulos: Torneo Clausura 2005. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Nacidos en la Metro: De Caseros a La Boca

Esta semana vamos a presentar un jugador que dio que hablar debido a la resolucion de una jugada. Pablo Mouche no le cedió la pelota a Nicolas Colazo, quien ingresaba sólo para el gol. Boca igualó con Racing Club y nosotros vamos a contarte como arrancó a jugar en Estudiantes de Buenos Aires.

Comenzó a entrenar en Caseros cuando tenía 13 años. Se fue a probar a ese equipo debido a que había un amigo que jugaba allí. A pesar de que en toda su etapa en el Baby fútbol se desempeñó como número 3, se probó como delantero debido a dos grandes ídolos que adquirió desde chico. “Siempre miraba cómo jugaba Guillermo Barros Schelotto. También me gustaba mucho Saviola, a pesar de que es de River”.

Debutó en Primera a la edad de 15 años y cuatro meses de la mano de  Blas Giunta, quien lo tiró a la cancha en el segundo tiempo de un partido frente a Talleres de Remedios de Escalada. Aquel 13 de junio de 2003, Di Martino fue el que se encargó de hacerle conocer la rudeza de la categoría. Luego de que el delantero lo dejó en ridículo en varias ocasiones, el defensor no dudo en pegarle algunas patadas. “Todavía me duelen los golpes, pero son experiencias que sirven.

Su actuación en “El Pincha” le trajo varias complicaciones. Debió dejar el colegio matutino y anotarse en el turno noche para poder seguir con los entrenamientos. Su director técnico lentamente lo empezó a tener en cuenta en la mayoría de los partidos. Algunos acompañaba a Ezequiel Lavezzi en la delantera luego de que este los desgaste con sus amagos. En otros encuentros ingresaba a reforzar la mitad del campo y guardar resultados.

A pesar de haber sido parte del equipo de Caseros por dos temporadas, no duda en elegir quien fue la persona que más lo ayudo en su crecimiento fútbolistico. “Oscar me enseñó cómo usar los brazos, simular un poquito y hacer calentar al contrario. De grande eso lo vas puliendo”. Oscar fue su técnico cuando era más chico. Lo dirigió cuando jugaba en Amistad y luego en Ameghino y además era el padre de uno de sus mejores amigos.



Sus actuaciones hicieron que Hugo Tocalli pusiera los ojos en el y lo convoque a jugar en el seleccionado sub 20. Lo que también sorprendió fue que un club grande como Boca Juniors, se interese en él y obviamente lo contrate. Fue una de las compras más curiosas de ese mercado de pases. “El Xeneize” también había adquirido a Jonathan Maidana.

El jugador sigue en el plantel de la Ribera y pelea por un lugar entre los titulares, aunque seguramente su sueño es pelear por un lugar en el corazón de la doce.

Su Carrera: Estudiantes de Caseros, Arsenal y Boca Juniors. Selección Argentina.

Títulos: Torneo Clausura (2006), Recopa Sudamericana (2006), Torneo Apertura (2008), Recopa Sudamericana (2008).

lunes, 21 de noviembre de 2011

El ministerio de prensa

Una vez más vamos a hacer una comparación entre nuestra divisional y el libro de George Orwell, 1984. Esta vez nos vamos a detener a hacer un análisis entre una de las Dirigencias mas cuestionadas del fútbol argentino. Estamos hablando de Mauro Morrone, presidente de Temperley y su paralelismo con ministerio de prensa.

La principal igualdad que podemos encontrar en estos dos polos es que ambos son los encargados de manipular a los ministerios de Prensa. Dan como orden las distintas formas de administrar la información. Manipulan de una manera increíble ese sector. Todas las noticias se generan buscando no generar polémicas o dudas sobre los mandatos. En el libro lo hacían con todo lo que  contradecía al Gran Hermano y Mauro Morrone con diferentes noticias o, un tema recurrente hoy en el club debido a la falta de blanqueamiento, el balance.

Lamentablemente para él, hoy existen varios medios partidarios que con el correr del tiempo se hacen amigos de  algunos dirigentes o jugadores, quienes se encargan de darle algunas informaciones o audios que luego salen a la luz para perjudicarlo.

Esto pasa hoy en día en el club y socios se juntan todos los viernes en la sede del club para pedir por su cabeza. Cosa que nunca  pasó en el libro, debido a que el Gran Hermano tenía otro sector encargado de controlar los pensamientos. Atenti Morrone, quizás eso es lo que necesitas para poder gobernar libremente en el club.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Grondona, el Gran Hermano del fútbol argentino

El libro 1984 fue escrito por el inglés George Orwell en 1948. Se basa en una imaginación de lo que iba a ser el mundo en el año 1984. Un régimen totalitario en el cual se describe una dictadura en Oceanía. Un continente que no es el que hoy conocemos. Estaba compuesto por Reino Unido, América y el sur de África sumados a la ya mencionada Oceanía, que estaban en guerra con Eurasia y Estasia.

Allí había un solo partido político que era el Ingsoc (Socialismo Ingles). Su principal representante era el “Gran Hermano”. Era el jefe de una sociedad que se dividía en dos partes. Los miembros del partido y la Prole (gente pobre e ignorante que evita revelarse contra él).


Este libro se puede comparar con La Primera B Metropolitana y con el fútbol local debido al presidente que hay en la Asociación del fútbol argentino. Julio Humberto Grondona puede considerarse el “Gran Hermano”. Es la única voz de mando y es quien controla todo. Desde los mínimos detalles que pueden perjudicar su imagen, hasta las formas en las que se disputan los distintos torneos.

Además es el todo poderoso, quien no permite que ningún dirigente lo contradiga ni mucho menos le haga frente mediáticamente. Cualquiera que lo haga puede resultar penado. En el libro lo era con la habitación 101 y en nuestro país con la supuesta mano negra de que los árbitros cobren en contra del equipo al cual dirigen. Esto hace que le tengan un respeto sobre dimensional.

Obviamente en la tercera división del país, nadie le hace frente al “Padrino”. Viven con el dinero recibido de la televisación y con sus cuotas sociales. Quizás podrían obtener más beneficios, pero al no poder contradecirlo esto no ocurre y como si pasa en el libro, viven como si fuese un Ingsoc.